Aprendiendo

Aprende a conducir y después, a circular

Conducir un vehículo requiere tener el control sobre diversos estímulos al mismo tiempo, por lo que es conveniente que las personas que conducen posean unas cualidades físicas y psicológicas mínimas, que permitan la resolución de todas las situaciones que se planteen durante la práctica de la conducción. Para llegar a conducir de manera fluida es necesario que la persona principiante pueda ejercitarse de forma sosegada y tranquila en la práctica del manejo de un vehículo, hasta llegar a interiorizar los movimientos y las maniobras al nivel de un hábito.

Para conducir hay que accionar unos mandos con los pies; los pedales del acelerador, freno y embrague, y otros con las manos; el volante, la palanca de cambios y el freno de estacionamiento, luces y parabrisas, entre otros. En la práctica de la conducción se coordinan piernas, brazos, cabeza, cuello, ojos, y además, se debe procesar mentalmente la situación y ser capaces de ejecutar una respuesta rápida, precisa y conveniente para evitar un accidente de tráfico.

Hoy en día, los conductores noveles se enfrentan a un ejército de vehículos en circulación, peatones, señales de tráfico e indicaciones de agentes de seguridad. El ejercicio de la conducción precisa por lo tanto, del aprendizaje de técnicas de conducción, del funcionamiento del vehículo y de la normativa que rige al sector.

Aprender a manejar un coche es un proceso que implica un conjunto de acciones sucesivas y complementarias que el alumnado debe aprender y afianzar, para tener seguridad durante la conducción. Estas son las necesidades:

  • Conocer los mandos y controles del vehículo.
  • Practicar las maniobras básicas, que se piden en el examen de circulación de la Dirección General de Tráfico, como son: aparcamiento en línea y en batería, callejón sin salida, rampa.
  • Identificar las reglas de conducción.
  • Afianzar técnicas de conducción.
  • Aprender a circular en vías abiertas al tráfico, con señales y cruces simulados.

El alumno tiene que saber identificar todos los elementos del vehículo: mandos, pedales, cambio de marchas, freno de estacionamiento y volante. También debe conocer para qué sirve cada uno y cómo funcionan. El siguiente paso en el proceso de aprendizaje será practicar y repetir las maniobras hasta que ejecute los movimientos con soltura.

Conducir no es solo saber llevar un vehículo, es conocer lo que engloba un vehículo, anticiparse a los peligros y saber responder ante cualquier situación al volante. Por eso es muy importante que el alumno conozca sus reacciones y las de la máquina, y para ello es necesaria experiencia práctica.

Aprender a conducir es un hábito, y como tal, se adquiere teniendo constancia en la práctica. El tiempo necesario, dependerá de lo hábil que sea cada persona. Las repeticiones de prácticas con el coche ayudan al alumno a tener seguridad al volante, a saber cuándo y cómo utilizar todos los mandos del vehículo, y a normalizar y hasta disfrutar del hábito de la conducción.

La mejor opción es iniciar el aprendizaje en un entorno controlado y seguro, cerrado al tráfico, en un circuito con pistas que simulan carreteras, vías, señalización de tráfico, curvas, rampas, rotondas y aparcamientos. En definitiva, un espacio donde aprender de manera segura y con constancia.

Las prácticas en un circuito sin tráfico generan más tranquilidad y ayudan a perder el miedo al volante. Además, en estas clases el alumno aprende desde el primer momento porque es él o ella quien controla el coche desde el principio.

El circuito en el que aprende el alumnado de Autoescuelas K, pertenece a la Escuela de conducción de la Fundación Educatrafic y es una instalación que recrea a escala real calles para practicar las maniobras básicas; circulación en recta a baja velocidad, marchas primera y segunda, arrancada y parada del vehículo y control del volante. Estos ejercicios se repiten de manera metódica hasta que el alumno adquiere seguridad y soltura. Después se va introduciendo la práctica de maniobras complementarias; con giros, sortear obstáculos, arrancada en rampa y aparcamiento.

Se aconseja ir paso a paso, iniciando el proceso de aprendizaje con la práctica repetida de maniobras para que el alumnado afiance los movimientos de manos y pies, posición de los espejos, postura corporal, etcétera, hasta ser capaz de realizar maniobras diversas al mismo tiempo con solvencia.

En Autoescuelas K pensamos que la mejor enseñanza es la que el alumno realiza por sí solo, sintiéndose responsable de la conducción, ya que será él/ella quien controle los pedales, el volante, el cambio de marcha, efectúe trayectos y maniobras, y atienda a las señales de tráfico.

Al estar solo al volante la persona principiante desarrolla iniciativa, aumenta su confianza y potencia sus habilidades, que serán determinantes para que el aprendizaje sea el adecuado.

Las ventajas de la conducción en solitario durante las primeras clases son múltiples y complementarias al mismo tiempo:

  • Genera tranquilidad, “sin tráfico que despierte sus nervios”
  • Pérdida del miedo porque se practica solo dentro del vehículo, “sin ayuda”
  • Adquisición de responsabilidad, “él/ella conduce, él/ella controla”.
  • Prácticas sin profesor que toque los pedales: “practico por mí mismo/a”.
  • Aumenta la confianza del conductor, “yo hago las maniobras”, así sabe cuando las ejecuta correctamente y puede estar preparado/a para salir a la vía pública.
  • Repetición de maniobras hasta tener “soltura y limpieza en la ejecución”.
  • Aprovecha desde el principio las clases “sin otros coches ni conductores”, en un entorno seguro, en un ambiente distendido y con el apoyo del profesorado.
  1. Conocer los mandos

En las primeras clases aprenderemos cuales son mandos y controles del vehículo, cuál es su función y cómo manejarlos:

  • Ajustar el asiento: hacia adelante o hacia atrás, hacia arriba o hacia abajo.
  • Acomodar el reposacabezas: debe terminar justo donde termina la cabeza.
  • Ajustar los espejos para ver con claridad; retrovisor y espejos externos.
  • Identificar el freno de mano: conocer la palanca con el botón en el extremo, para asegurase de que está desconectado antes de comenzar a conducir.
  • Palanca de cambios: identificar las posiciones de cada marcha y practicar los cambios de marcha presionando el embrague a fondo.
  1. Maniobras básicas
  • Colocarse el cinturón de seguridad, no arrancar el coche sin tenerlo puesto.
  • Palanca de cambios, en punto muerto.
  • Mirar a través de los espejos, señalando la salida del vehículo con los indicadores de dirección luminosos (intermitentes laterales).
  • Quitar el freno de mano, presionando el freno al mismo tiempo.
  • Colocar las manos en el volante, en posición 10-10, ligeramente flexionados.
  • Contacto y puesta en marcha.
  • Arrancada en primera y a continuación poner la segunda marcha.
  1. Reglas de conducción

Tras varias sesiones prácticas, basadas en la preparación del alumnado para que ejecute de forma correcta las maniobras más elementales para conducir un vehículo, se pueden realizar ejercicios más avanzados, conociendo previamente reglas de conducción fundamentales entre las que destacamos las siguientes:

  • Arrancada en primera, poner segunda, poner tercera y parar.
  • Acelerar y frenar.
  • Arrancada en rampa.
  • Aproximación a “Ceda el paso”.
  • Detención en “Stop”.
  • Slalom (zigzag) en circuito con maniobras para el manejo del vehículo.
  • Giros de volante.
  • Estacionamiento en línea; en lado derecho e izquierdo.
  • Estacionamiento en batería.
  • Estacionamiento en oblicuo.
  • Marcha atrás.

Aprender a circular es la capacidad de un conductor/a de coexistir en la vía pública con otros usuarios, tanto conductores como peatones, con una conducción rigurosa de acuerdo a las instrucciones de los agentes y las señales de tráfico, cumpliendo las normas de circulación.

Afianzar técnicas de conducción

Una vez realizadas las prácticas necesarias de conducción del vehículo, es el momento de iniciarse en la circulación por las vías públicas, y de conducir con el apoyo de un profesor que ocupa el asiento del copiloto y asume el aprendizaje del alumno.

En las primeras sesiones prácticas se hará hincapié en:

  • Ganar confianza.
  • Evitar situaciones de tensión.
  • Realizar los ejercicios prácticos en vías con tráfico poco denso.
  • Control general de nuestra conducción.
  • Aumentar la capacidad de observación del entorno: vehículos, peatones y señales de circulación.

Circular en vías abiertas al tráfico:

En esta etapa, el alumnado ya cuenta con una mayor seguridad; tanto en el manejo de los mandos del coche, como en su control, y ha comenzado a practicar en vías con circulación ordinaria. A partir de ahora, en esta tercera fase se trabajará para perfeccionar y mejorar las maniobras, la capacidad de reacción y aumentar la seguridad del alumno/a.

La prioridad es circular con el vehículo por cualquier tipo de vía, con cualquier señalización, con atención y respetando las normas de circulación:

  • Sentido de circulación de la vía.
  • Atención a las señales de circulación.
  • Mantener distancia de seguridad.
  • Efectuar las maniobras con espacio y antelación suficiente.
  • Realizar aceleraciones en la progresión de marchas.
  • Utilización de marchas largas.
  • Velocidad de circulación constante y adecuada a la densidad del tráfico.
  • Practicar diferentes maniobras de aparcamiento.

En este artículo, Autoescuelas K ponemos el acento en la necesidad de diferenciar los términos “conducir” y “circular” para el correcto aprendizaje de nuestro alumnado. Dividir el proceso de aprendizaje en tres fases claramente diferenciadas no ha sido algo al azar. El equipo de profesionales de Autoescuelas K quiere formar a conductores/as responsables, capaces de reaccionar ante una situación complicada en circulación y respetuosos/as con la normativa vigente y con el resto de usuarios de la vía.

Nuestro lema “Aprende a conducir antes de circular” te ayudarán en la consecución de tus objetivos como conductor/a. Porque a conducir se aprende conduciendo, hazlo de forma segura, con los mejores profesionales y sin saltarte ninguna de las tres fases de este artículo.

¡Suerte!