Amaxofobia

Qué es la amaxofobia y cómo superarla

Etimológicamente, la palabra amaxofobia proviene del griego `amaxo´ «carro») y ‘fobia’ «temor». El término Amaxofobia hace referencia a la respuesta de intenso temor e incapacidad que experimentan algunas personas al conducir un vehículo o simplemente al pensar que tienen que hacerlo.

Puede presentarse en distintos grados, hasta el extremo en que esta fobia afecta la vida social del individuo; por ejemplo, evitando salir si no hay alternativas de transporte.

Si esto te sucede no creas que estás solo o sola. Según los últimos datos facilitados por la Fundación CEA, un 30% de los conductores en España sufren miedo a conducir, prácticamente por igual mujeres y hombres, aunque a los segundos les cuesta más enfrentarse a este problema.

Los motivos por los que una persona desarrolla amaxofobia y la mantiene en el tiempo pueden ser muy diversos. Los más comunes suelen derivar de experiencias negativas al volante, por ejemplo, haberse visto implicadas de alguna manera en un accidente de tráfico. Otra de las opciones es que la persona haya sufrido un incidente, que sin llegar a ser un accidente, le haya sometido a una situación angustiosa, como conductor o como pasajero.

El estado de la persona también influye directamente a la hora de enfrentarse a la conducción; la debilidad física, el estado emocional y el estrés no son buenos aliados a la hora de ponerse frente a un volante. Además, la mayor parte de los miedos relacionados con la conducción tienen nacimiento en la falta de práctica; bien se produce en conductores noveles o en personas que hacen tiempo que no conducen.

En general, las personas que sufren de amaxofobia padecen un proceso que se inicia con una aguda crisis de ansiedad (a veces un ataque de pánico) mientras se está conduciendo. Esta experiencia negativa produce en la persona una intensa sensación de falta de control acompañada de pensamientos catastrofistas sobre lo que podría suceder o haber sucedido mientras va al volante. Esto provoca un gran impacto emocional en la persona afectada por esta fobia, lo que desemboca en un fuerte temor ante la posibilidad de que la crisis se repita o se produzca finalmente un accidente de tráfico.

A menudo, estas personas albergan pensamientos como “¿por qué los demás pueden hacerlo y yo no?” que acaban erosionando su autoestima, incrementan la ansiedad, la inseguridad y el miedo. Algunos de los síntomas que presentan las personas que sufren fobia a conducir son:

  • Sudoración
  • Tensión muscular
  • Sensación de mareo
  • Boca seca
  • Dificultad para respirar
  • Visión borrosa
  • Palpitaciones

Estas personas se bloquean de tal manera que responden a esta fobia restringiendo las vías por las que circulan o abandonando definitivamente la conducción.

Abordar el tratamiento de este trastorno implica modificar las ideas y los pensamientos erróneos que sobre el tráfico y sobre sí mismo que la persona que padece amaxofobia ha ido elaborando a través de las diferentes experiencias vividas.

La amaxofobia puede superarse con terapia psicológica cognitiva-conductual, y el proceso establece tres fases:

  • Toma de conciencia
  • Técnicas de afrontamiento
  • Exposición

La persona que sufre esta fobia deberá tomar conciencia primero de su situación y de sus miedos para conocer cómo estos han llegado a formar parte de su conducta y porqué se mantienen. En un segundo paso se podrán en práctica algunas técnicas de relajación y de control de ese pensamiento catastrofista que bloquea a la persona en una situación de conducción. Finalmente, a través de la exposición de la persona a su fobia, con experimentación de situaciones en vivo, se llevará a cabo un acercamiento progresivo y controlado a los estímulos presentes en la conducción que le producen fobia.

Es un proceso que requiere de la ayuda de un profesional experto y del compromiso de constancia y superación por parte de la persona que sufre de amaxofobia.

Gracias a las prácticas de reciclaje de conducción es posible superar la amaxofobia. Nuestros profesionales te ayudarán a superar la inseguridad, la frustración y el miedo a conducir.

  • Practicarás en un entorno seguro todas las maniobras para un manejo correcto del vehículo adaptado a tus necesidades del momento.
  • Realizarás prácticas de control del vehículo en situaciones adversas, como son la conducción con agua o con nieve (las inclemencias del tiempo son motivo de inseguridad y fuente de miedos que pueden llegar a provocar fobia a la conducción).
  • Aprenderás a detectar las situaciones de pánico o de estrés, y desarrollarás herramientas personales y técnicas de relajación que te ayuden a desbloquearte ante el volante.

En nuestras Autoescuelas K te ayudaremos a superar tu fobia para que el miedo no limite tu independencia.